La ortodoncia plástica o alineadores transparentes han supuesto una revolución no sólo para la ortodoncia, sino para la odontología en general. En el anterior blog os hablamos de las diferentes alternativas en un tratamiento de ortodoncia donde se explica más detalladamente en qué consiste, sus ventajas e inconvenientes. De ahí, que todo el mundo quiera aprovechar el tirón de éstos. Sin embargo, es nuestra labor como ortodoncistas advertir de los riesgos y limitaciones de los recientemente aparecidos alineadores directos al consumidor.
1.- Ausencia de un correcto proceso diagnóstico:
El riesgo más evidente y preocupante es la ausencia de un diagnóstico meticuloso y un plan de tratamiento individualizado. En Prieto&Serrano sabemos que la base para un tratamiento exitoso y sin riesgo es el diagnóstico. Para realizar un diagnóstico correcto es necesaria una historia clínica detallada, una exploración minuciosa y una batería de pruebas complementarias (fotos extra e intraorales, radiograVas…). Además, para interpretar toda la información adquirida es necesario tener los conocimientos necesarios de ortodoncia para entender cómo y dónde se quieren mover los dientes sin que ello suponga un riesgo para la salud bucodental del paciente. Por último, pero no menos importante, es necesario una entrevista con el paciente para entender cuáles son sus expectativas y sus objetivos de tratamiento.
Los centros que prescriben alineadores transparentes directos al consumidor no siguen este protocolo. Por un lado, la historia clínica es insuficiente. Sin nombrar ninguna marca, la historia clínica de una de estas empresas se compone tan solo de 7 preguntas genéricas.
Por otro lado, las pruebas llevadas a cabo en el día de la primera visita son insuficientes. Todas realizan un escáner intraoral, ya que lo necesitan para realizar el set up virtual. Sin embargo, no todas realizan las fotos o las radiograVas necesarias para un correcto diagnóstico ortodóncico. De hecho, en sus webs se jactan de la rapidez de la primera cita, restándole importancia a la necesidad de registros y de una correcta exploración.
Esto se debe a que la persona que realiza el diagnóstico y el plan de tratamiento no es un ortodoncista y no sabe qué pruebas son necesarias. Puede ser que el profesional sea un odontólogo colegiado, no obstante, eso no le cualifica para realizar un diagnóstico adecuado para un tratamiento de ortodoncia. En ausencia de cualquier prueba, el plan de tratamiento se realiza mediante algoritmos, sin tener en cuenta la situación individual de cada paciente.
2.- Limitaciones:
La ortodoncia mediante alineadores no se compone sólo de alineadores, es un sistema que se compone de alineadores y otra serie de aditamentos que estos productos directos al consumidor no incluyen al realizarse de forma telemática.
Casi todos los movimientos dentarios requieren que se adhieran ataches a los dientes. Los ataches son pequeños aditamentos hechos de composite del color del diente que ayudan a que el alineador sea más retentivo y se produzca el movimiento que el alineador no es capaz de hacer por sí mismo. Si en 2009 un estudio realizado por Kravitz y colabores determinó que la predictibilidad de los movimientos con alineadores era del 41% y ya exisean los ataches, ¿qué predictibilidad puede tener un alineador por sí solo? No obstante, eso no quiere decir que todos los dientes deban llevar ataches, sino que la posibilidad de que se produzcan algunos movimientos es cercana a 0 en ausencia de ellos.
Por otro lado, la ortodoncia no sólo consiste en alinear los dientes, también pretende establecer una correcta oclusión. Para la corrección de ciertas maloclusiones es necesario el uso de elásticos intermaxilares. Gomas que van unidas al propio alineador o a aditamentos cementados al diente para alcanzar una oclusión correcta. Hasta la fecha ninguna compañía de alineadores directos al consumidor provee al paciente de ellos. Es más, estas empresas hacen firmar a los pacientes antes de empezar que su oclusión no mejorará.
El resultado de estas limitaciones es que los dientes no se muevan según la planificación virtual a medida que el tratamiento avanza. Esto se conoce como “tracking” o “seguimiento”. Si los dientes no tienen un correcto seguimiento los dientes no realizarán los movimientos deseados. Si esto ocurre el ortodoncista puede intervenir para subsanar esa falta de seguimiento, sin embargo, esto es imposible sin un seguimiento presencial. En consulta disponemos de elementos auxiliares que nos permiten recuperar el “tracking” optimizando los resultados de los alineadores.
3.- Resultados:
Como consecuencia de todo lo anterior los resultados no son correctos. Prueba de ello son los resultados que estas mismas empresas exponen en sus páginas web. Si estos son los resultados que ellos consideran buenos y dignos de exponer, ¿cómo serán los que no enseñan?
En resumen, son muchos los motivos de acudir a un ortodoncista para tu tratamiento de ortodoncia transparente:
• Hacer un diagnóstico pormenorizado
• Discutir con el paciente los objetivos de tratamiento
• Presentar diferentes opciones de tratamiento
• Diseñar la secuencia de los alineadores
• Proporcionar procedimientos que no están disponibles con los alineadores directos al consumidor (ataches, auxiliares, elásticos intermaxilares…)
• Comprobar el ajuste de los alineadores y del seguimiento de los movimientos
• Proporcionar una retención a largo plazo una vez alcanzados los objetivos
Tu sonrisa es algo serio, ponla en manos de profesionales.