A nada que busques un poco de información en internet verás que hay muchos tipos de brackets en el mercado, por lo que es fácil perderse.Con este artículo os queremos traer un poco de luz en este tema.
Según el material
Brackets Metálicos
Son la opción más conocida. Habitualmente se componen de titanio o acero. Si bien son los menos estéticos, si siguen usándose a día de hoy es por sus múltiples ventajas. Por un lado, son los más resistentes, por lo que para aquellos pacientes menos cuidadosos puede ser la mejor opción. Por otro, su superficie lisa y pulida es menos retentiva, por lo que para pacientes con problemas periodontales o con una higiene deficiente son los de elección. ¡Ojo! Esto no quiere decir que no haya que tener una higiene exquisita con ellos. Además, mecánicamente hablando, esta superficie lisa y pulida genera menor fricción con el arco, por lo que, para ciertos movimientos, son más rápidos.
Brackets estéticos
Son la opción estética dentro de los brackets. Pueden ser cerámicos, cristalinos o plásticos. Su ventaja más evidente es la estética, sin embargo, en comparación con los brackets metálicos convencionales tienen algunos inconvenientes. En primer lugar, son más frágiles, por lo que es más frecuente que se fracturen o se despeguen. Eso no quiere decir que no sean una opción perfectamente válida, sino que los pacientes que se decanten por esta opción tienen que tener especial cuidado. En segundo lugar, su superficie es más porosa, favoreciendo el acúmulo de placa. Esto supone tres cosas: la higiene debe ser exquisita, pueden teñirse con facilidad (únicamente los de plástico) y debido a la fricción que generan con el arco, pueden ser más lentos en algunos movimientos.
Según el método de ligado
Brackets de ligado convencional
Las ligaduras son los elementos que unen el arco al bracket. Estas pueden ser metálicas o elásticas. Las metálicas hacen que la fuerza no ser disipe porque no se dan de sí, no obstante, pueden ser más incómodas y antiestéticas en pacientes que hayan optado por los brackets estéticos. Las ligaduras elásticas pueden ser de colores, por lo que en niños y adolescentes que quieran dar un toque personal a su tratamiento esta es la mejor opción. Estas gomas se van dando de sí, por lo que hay que cambiarlas cada cita. Si buscamos el lado positivo, eso quiere decir que cada cita el paciente puede cambiar el color.
Brackets con autoligado
Los brackets de autoligado incorporan un sistema de unión al arco en el propio bracket. El sistema de ligado puede ser una tapa o un clip. Estos brackets tienen varias ventajas. Por un lado, al no tener que usar ligaduras, evitan los inconvenientes que estas pueden tener (que se caigan, que se den de sí, estética…). Desde el punto de vista de la velocidad, al principio se creía que se disminuía el tiempo de tratamiento, pero los estudios científicos han demostrado que, aunque en las fases iniciales sí pueden ser más rápidos, el tiempo de tratamiento total no se reduce. Sí conviene recalcar que, aunque estos brackets no necesitan ligaduras, los brackets permiten la posibilidad de poner gomas de colores para quien lo desee.
Según la superficie que se coloca
Brackets Vestibulares
Son los brackets, metálicos o estéticos, que se cementan en la cara exterior del diente. Huelga decir que su mayor inconveniente es la estética. Sin embargo, las ventajas de estos siguen siendo varias. La más evidente es la comodidad, ya que los brackets linguales ocasionan más disconfort que los vestibulares, especialmente en la lengua. Además, el tiempo de tratamiento es menor, tanto en el global de tratamiento como en el tiempo en consulta.
Brackets linguales
A diferencia de los anteriores los brackets linguales se cementan en la cara interna del diente, por ello no son visibles. Pese a su mayor estética, no todos los casos son propicios para esta técnica. Además, como ya hemos comentado, son más incómodos que los vestibulares, por lo que con la irrupción de los alineadores transparentes (de los que ahora hablaremos), ha hecho que los pacientes que buscan una solución estética a su maloclusión se decanten más por los alineadores que por los brackets linguales.
Alineadores transparentes
La última innovación en la ortodoncia han sido los alineadores transparentes. Los alineadores transparentes son una secuencia de alineadores transparentes que permiten corregir la posición de los dientes para obtener una oclusión y una estética dentaria deseada. Los alineadores transparentes se deben cambiar a lo largo del tratamiento, por lo tanto, cada alineador es diferente al anterior, permitiendo realizar nuevos movimientos y acercando progresivamente los dientes a su posición final.
Su principal ventaja es la estética, ya que apenas se ven, lo que ha animado a mucha gente que veía la estética como un factor disuasorio a corregir sus maloclusiones. Sin embargo, la estética no es su única ventaja. La otra gran ventaja es que los alineadores no son aparatos fijos, sino removibles, por lo que se pueden quitar para comer y lavarse los dientes. Esto lo hace muy interesante para aquellos pacientes que necesiten una higiene exquisita.
Pero, como en la vida, no hay rosa sin espina. Y es que no todos los casos son favorables para tratarse con alineadores y, si bien cada vez se tratan casos más complejos, el tiempo de tratamiento es más largo que con los brackets. Esto se debe en gran parte a la dilatada base científica y experiencia clínica de la que disponemos con los brackets frente a la escasa evidencia científica que respalda a los alineadores (algo lógico teniendo en cuenta su corta vida).
No sólo no todos los casos son favorables para la ortodoncia transparente, sino que no todos los pacientes son candidatos para los alineadores transparentes. Los alineadores hay que llevarlos todo el día (incluye dormir con ellos), menos para comer o beber todo lo que no sea agua y para lavarse los dientes. Es por ello que la colaboración del paciente es imprescindible y el éxito del tratamiento dependerá en gran medida de su responsabilidad. Por eso, en pacientes no colaboradores, que el aparato sea removible pasa de ser una ventaja a ser un inconveniente.
¿Qué opción de brackets es la mejor?
Es esencial resaltar que éstas son meras herramientas, y que lo importante es quién maneja esas herramientas y con qué fin. La base de todo tratamiento de ortodoncia es el diagnóstico, ya que nos permite, saber de dónde partimos para así saber dónde queremos llegar y cuales son los mejores medios para llegar.
Por poner un símil, si la ortodoncia fuera un viaje, el diagnóstico y el plan de tratamiento son el GPS donde marcamos el origen y el destino. El GPS nos ofrecerá diferentes rutas, es decir, diferentes opciones de tratamiento, pero todas con un mismo origen y destino. Unas pueden ser más rápidas, mientras que otras pueden ser más lentas, pero con mejores vistas. Ahí será el conductor (el paciente) el que decidirá qué prefiere.
Siguiendo con el símil viajero, en ocasiones nuestro destino es una isla, a la que sólo podemos llegar de una manera, en avión. En ortodoncia sucede lo mismo, hay casos que sólo se pueden tratar con una de las alternativas.
En resumen, no hay una sola respuesta correcta a esta pregunta, ya que depende de la complejidad del caso, del tipo de maloclusión y de las prioridades y circunstancias de cada paciente, porque igual que no hay dos personas iguales, no hay dos casos iguales.