Si preguntamos a cualquier persona cómo le gustaría mejorar su sonrisa la mayoría responde “con una sonrisa más blanca”. Las tinciones dentales pueden suponer un problema estético que si no se resuelven pueden ocasionar disconfort ya que, para muchos de nuestros pacientes, la claridad aporta juventud, salud y estética. Para el paciente adecuado, con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento correcto, prestando atención a la técnica, el blanqueamiento puede ser la opción menos invasiva (acumula suficiente evidencia científica para un uso seguro en clínica), a la vez que la más simple y económica.
1. Etiología de las tinciones
Las tinciones pueden ser extrínsecas o intrínsecas. Las tinciones extrínsecas son consecuencia de la acumulación de partículas pigmentadas en la superficie del esmalte que pueden estar acentuadas por las irregularidades del esmalte, la composición de la saliva o por una higiene deficiente. El origen de estas tinciones pueden ser alimentos o bebidas con colores muy intensos, la nicotina del tabaco y drogas o medicamentos. La variedad cromógena de estas tinciones es muy amplia. Estas manchas pueden ser fácilmente eliminadas con una profilaxis.
A diferencia de las tinciones extrínsecas, las tinciones intrínsecas son consecuencia de moléculas cromógenas en el esmalte o la dentina. El origen de estas puede ser múltiple: la edad, medicamentos, fluorosis, condiciones sistémicas que afectan a la formación de los
dientes, traumatismos, etc.
Con los procedimientos modernos de blanqueamiento dental, la mayoría de las manchas intrínsecas se pueden eliminar. Las dificultades para eliminar las manchas y el grado de éxito esperado dependerán del tipo de tinción que se pretenda eliminar. Las manchas intrínsecas
que se generan antes de que los dientes erupcionen o los dientes no vitales no lograrán los resultados esperados por el paciente.
2. Mecanismo de acción del blanqueamiento dental
Desde que se usara por primera vez en 1848, se han desarrollado y estudiado numerosos productos y técnicas. Sin embargo, el mecanismo de acción principal es el mismo para todos ellos: la disolución (oxidación) de todos los pigmentos orgánicos.
Existen dos productos para el blanqueamiento, pero ambos contienen el mismo agente activo, un producto altamente oxidativo y que es capaz de penetrar las capas del diente, eliminando los pigmentos. La diferencia radica en que, mientras uno es más rápido, el otro genera un entorno más favorable para facilitar el proceso.
3. Tipos de blanqueamiento
a) Blanqueamiento domiciliario sin supervisión.
Debido al éxito del blanqueamiento, las casas comerciales han desarrollado nuevos productos blanqueantes que no requieren la supervisión de un dentista y que se pueden encontrar en farmacias o supermercados en distintos formatos (pastas dentales, enjuagues o chicles).
Estos productos contienen agentes blanqueantes a muy bajas concentraciones que se aplican dos veces al día durante dos semanas. No obstante, existe poca evidencia de la efectividad y la seguridad de estos productos. De hecho, la mayoría de evidencia que existe está financiada por las propias compañías. Por ello, nuestra obligación como odontólogos es formar e informar a nuestros pacientes de las limitaciones y de los riesgos de estos productos.
b) Blanqueamiento domiciliario supervisado.
Consiste en la aplicación domiciliaria de agentes blanqueantes en bajas dosis mediante férulas de blanqueamiento individualizadas supervisadas por el dentista.
Está indicado en pacientes con tinciones en varios dientes o que quieran blanquearse todos los dientes. Se aplica a diario, por la noche, durante un mínimo de 3-4 horas. Se puede dejar toda la noche, ya que después de este tiempo se vuelve inactivo. El producto más indicado para esta técnica es aquel que interactúe con la superficie del diente durante más tiempo y libere de forma más lenta el agente blanqueante.
Se comienza con una concentración media. Si durante los primeros días el paciente refiere sensibilidad se reduce esta concentración. Mientras que si no aumenta la sensibilidad, y el paciente desea terminar el blanqueamiento antes, se puede aumentar la concentración.
A pesar de que en la actualidad existen casas comerciales que fabrican geles con concentraciones mayores, estos deben usarse con precaución y menos de 3-4 horas. Si bien es cierto que el uso de concentraciones mayores aumenta la velocidad del tratamiento, no se ha
demostrado mayor efectividad a altas concentraciones.
El tiempo de tratamiento oscila entre 2 y 4 semanas. Durante el tiempo que dura el tratamiento es recomendable el seguimiento semanal en clínica para monitorizar la sensibilidad dentaria y gingival y evitar cualquier otra posible complicación.
Una de las ventajas de este sistema de blanqueamiento es que no requiere una regularidad diaria como si de una medicación se tratase. El paciente puede alternar días de uso y días de descanso, ya que la duración del tratamiento será el número total de días que se aplique el producto.
c) Blanqueamiento en clínica.
Existen dos formas de hacer el blanqueamiento en clínica. Uno es similar al blanqueamiento domiciliario, pero usando concentraciones mayores. Es decir, aplicar agentes blanqueantes en altas concentraciones usando férulas de blanqueamiento individualizadas. El otro es la aplicación de agentes blanqueantes con protección de tejidos blandos. La activación mediante luz no ha demostrado tener ningún aumento en la eficacia del tratamiento (la única que ha demostrado ser efectiva es la UVA). Esto puede deberse a que la mayoría de dispositivos LED que existen en el mercado no tienen función específica para el blanqueamiento.
Normalmente se hacen dos aplicaciones por sesión. Suelen ser necesarias 2-3 sesiones con al menos 3 días de descanso entre sesiones.
La mayor ventaja de esta técnica es que los resultados son visibles desde el principio y que se puede hacer una aplicación localizada del agente blanqueante. Además, de optar por el uso de férulas individualizadas, estas férulas pueden ser usadas por el paciente para un tratamiento combinado de clínica y domiciliario. Es más, los propios retenedores de ortodoncia pueden actuar como férula de blanqueamiento.
d) Blanqueamiento domiciliario vs Blanqueamiento en clínica.
Es una de las preguntas más frecuentes. Pero la respuesta es simple porque ambos usan el mismo mecanismo de acción ambos obtienen resultados similares. Por lo tanto, la opción más adecuada es aquella que mejor se adapte al paciente. Por ejemplo, para pacientes con
recesiones gingivales o grandes desgastes es más recomendable el tratamiento en clínica por la posibilidad de hacer una aplicación local en dichos dientes.
Para el resto de pacientes el procedimiento más interesante puede resultar el combinado, ya que otorga unos resultados rápidos en una primera sesión unido con la comodidad del blanqueamiento domiciliario. En cuanto a nuestra experiencia clínica, también es la opción de elección ya que es la que hemos visto que tiene mejores resultados a largo plazo.
4. Expectativas
Los pacientes deben saber que los dientes pueden parecer muy blancos incluso “tizosos” después del tratamiento debido a la deshidratación y que se oscurecerán durante los próximos días, aunque a un tono más claro que el anterior. El resultado del blanqueamiento dependerá de la concentración del agente blanqueante y de la cantidad de veces que el agente entra en contacto con la superficie del diente. Con el blanqueamiento domiciliario se tiende a alcanzar el pico máximo a las 4 semanas, mientras que con el blanqueamiento en clínica este pico se alcanza a las 2 sesiones. En ocasiones es necesario una tercera sesión para blanquear los colmillos o los dientes inferiores, que suelen tener un tono más oscuro.
No obstante, conviene conocer las limitaciones del blanqueamiento. De ahí la necesidad de un correcto diagnóstico. Dientes no vitales, tinciones muy profundas o pacientes con expectativas muy altas no son los candidatos ideales para este procedimiento. El blanqueamiento dental debe considerarse un tratamiento que logra un gran cambio, pero transitorio. La longevidad del cambio de color varía ampliamente entre los pacientes. Sin embargo, los cambios de color son visibles (y medibles) después de 3 años. La mejor evidencia
son las fotografías antes y después del tratamiento, tanto para poder comparar el paciente
como para determinar el cambio de color.
Es bastante obvio que ciertos hábitos nocivos como fumar, tomar café en exceso, cola o té causan que los dientes se decoloren más rápidamente y deben evitarse. Sin embargo, los alimentos normales pueden ser igualmente culpables. Debido a que el blanqueamiento dental no compromete los dientes o los tejidos blandos, puede repetirse según sea necesario.
El efecto adverso más común, por no decir el único, es la sensibilidad transitoria que puede aparecer después del tratamiento. La sensibilidad es menos común cuando se usan férulas de blanqueamiento individualizadas y más aguda cuando se hacen en clínica. La intensidad de la sensibilidad es tremendamente variable entre pacientes en función de diferentes factores.
Normalmente, dura unos dos días después del tratamiento domiciliario y 2-4 horas después de la aplicación en clínica.