1. La Mordida Cruzada es sólo un signo.
El hecho de observar que un paciente presenta mordida cruzada sólo nos indica que existe un problema en el plano transversal, esto es, de falta de armonía en anchura entre los dientes superiores y los dientes inferiores. En la medida en la que es un signo, tan sólo es una manifestación objetiva de un problema que nos aportar algo de información en relación al mismo, pero ni mucho menos constituye el problema y por tanto no es un diagnóstico.
2. El problema asociado a la Mordida Cruzada puede estar en el hueso, en los dientes o en los dos.
Ante una mordida cruzada el profesional debe determinar el origen de la misma:
Esquelética: Aparece cuando la falta de armonía reside en el hueso, bien porque el maxilar superior sea estrecho (compresión maxilar), bien porque el maxilar inferior sea excesivamente ancho (sobre expansión mandibular) o bien por una mezcla de ambos.
Dental: aparece cuando la relación entre los huesos superior e inferior es correcta pero existen alteraciones en la posición de los dientes, en este caso puede ocurrir que los dientes superiores estén inclinados hacia dentro (afectando a uno o los dos lados), los inferiores hacia fuera (afectando a uno o los dos lados) o cualquier mezcla de los mismos.
Esquelética y Dental: En esta ocasión se observa una mezcla de las condiciones anteriormente relatadas, a partir de las cuales emergen diferentes subtipos que cursan con mordida cruzada pero que son muy diferentes entre sí y que por lo tanto exigen un abordaje terapéutico enteramente distinto.
3. Las Mordida Cruzadas pueden ser unilaterales, bilaterales o funcionales.
La forma de presentación de la Mordida Cruzada puede ser unilateral, bilateral o funcional:
Unilateral: Cuando se presenta en un sólo lado de la boca (derecho o izquierdo)
Bilateral: Cuando se observa en ambos lados de la boca.
Funcional: Existen ocasiones en las que un paciente puede presentar una mordida cruzada funcional, ¿qué quiere decir esto?
* En el paciente se observa una mordida cruzada unilateral (del lado derecho o izquierdo) pero esta situación estática no representa la verdadera condición que en realidad presenta el paciente.
* Al explorar al paciente con los cóndilos en la posición ortopédicamente estable se constata que dicho paciente no presenta en realidad una mordida cruzada unilateral, sino un problema bilateral (a nivel del hueso y/o los dientes) y habitualmente simétrico.
* Esto hace que el paciente al morder tan solo contacte con 1 o 2 dientes, de tal forma que al ser esta una situación inestable e ineficiente para la función (principalmente la masticatoria) el paciente se adapta inconscientemente desviando el maxilar inferior hacia uno de los lados en busca del máximo número posible de contactos entre los dientes y de esa forma poder funcionar a expensas de desarrollar un problema en la mordida.
* Por todo ello es imprescindible explorar al paciente con los cóndilos en posición de referencia (“relación céntrica”). Si al hacerlo persiste la mordida cruzada, implicará algún grado de asimetría a nivel de los dietes y/o el hueso.
4. En ocasiones hay un problema aunque no haya Mordida Cruzada.
Hay veces en las que un paciente no presenta ninguna mordida cruzada y sin embargo existe un problema que habitualmente suele afectar al maxilar superior. Cuando se produce esta condición, el paciente presenta una compresión del maxilar superior a nivel del hueso, pero no se observa una mordida cruzada a nivel de los dientes y es así porque la naturaleza tiene previsto un mecanismo para tratar de camuflar problemas a nivel del hueso a través del desplazamiento de los dientes.
Este mecanismo se conoce con el nombre de compensación dentoalveolar y es uno de los tres mecanismos descritos de compensación de problemas óseos en virtud del cual, los dientes alteran sus posiciones habituales en un intento de camuflar el problema de hueso acercando al paciente a una oclusión normal.
En relación a los problemas en anchura entre los maxilares, lo que suele ocurrir es que el maxilar superior es estrecho y los dientes superiores se vuelcan excesivamente haca fuera y/o los inferiores excesivamente hacia dentro.
Por ello es imprescindible observar con cuidado los dientes en busca de posibles problemas escondidos que los dientes están camuflando.
5. La Mordida Cruzada puede estar asociada a otros problemas.
Por último, existe otro orden de problemas que hace que el paciente muestre clínicamente una mordida cruzada:
* Clase III: Es un problema que aparece al no existir un desarrollo armónico de los huesos visto lateralmente (plano sagital). El paciente muestra, en ocasiones, una mordida cruzada sin que exista ningún problema en la anchura de los huesos o en la posición de los dientes y ello es así porque al estar el maxilar inferior más adelantado, una parte más ancha del arco de los dientes inferiores, se relaciona con una más estrecha de los superiores creando la ilusión de un problema en anchura que desaparece en cuanto se relación lateralmente bien los dientes de ambas arcadas dentarias.
* Asimetría: en última instancia, un paciente puede presentar una mordida cruzada unilateral sin que existan problemas en la anchura de los huesos o en la posición de los dientes debido a que existe un desarrollo asimétrico, diferente en un lado de la boca que en el otro, de tal modo que un lado crece más que otro, desviándose el maxilar inferior y apareciendo una mordida cruzada en uno de los lados.