La higiene dental es un elemento importantisimo en nuestra vida diaria, pero especialmente cuando estamos en un tratamiento de ortodoncia. Hay dos factores principales que nos permitirán disfrutar de una boca limpia y sana, el tiempo y la técnica de cepillado. Para tener los dientes limpios tenemos que cepillarnos todos los días después de cada comida entre dos y tres minutos insistiendo por todas las superficies dentales. Una forma sencilla de controlar el tiempo que le dedicamos es usar un cronómetro, un reloj de arena o con una canción, de esta forma el cepillado se convierte en algo divertido. Os recomendamos que sigáis siempre un orden, dividamos la boca en 4 partes, 2 superiores y dos inferiores. Empezaremos por arriba a la derecha, segundo arriba a la izquierda, tercero abajo a la izquierda y por último abajo a la derecha, en cada cuadrante debemos permanecer entre treinta y cuarenta y cinco segundos. Después de esto, deberemos hacer varias pasadas por la lengua para dejarla bien limpia.
El segundo punto que debemos tener en cuenta es la técnica del cepillado, tanto el cepillo eléctrico como el manual están recomendados por la Sociedad Española de Ortodoncia. Debemos cepillar todas las superficies dentales y a la vez tasajear suavemente las encías para eliminar la placa bacteriana que se puede acumular de bajo de ellas. En caso de tener brackets o cualquier otro aparato debemos insistir sobre él para dejarlo impoluto. Hay otros factores como la genética o la alimentación que también influyen en tener la boca sana.
¿Qué puede ocurrir si no nos cepillamos correctamente? Inflamación gingival, caries, mal aliento, descalcificaciones de esmalte alrededor de los brackets, problemas periodontales… Algunos pacientes , especialmente adolescentes, suelen relajarse con el cepillado. La mayoría de las veces el error que comenten suele ser que no le están dedicando el tiempo suficiente, siempre inferior al minuto, excepcionalmente hay algún paciente más rebelde que no se cepilla pero por suerte son muy pocos. Normalmente siempre les pongo el mismo ejemplo para que se den cuenta de que aunque se cepillen los dientes a diario, no le están dedicando el tiempo suficiente. Seguro que para ir a clase o para salir con los amigos dedican una cantidad asombrosamente grande a peinarse y a ponerse “guapos”, sin embargo para cepillarse los dientes y cuidar su salud oral dedican muy poco.
Tenemos que conseguir transmitir a nuestros pacientes más jóvenes que cepillarse los dientes bien no es un capricho del dentista, una buena higiene implica un tratamiento más rápido, sin complicaciones y con mejores resultados. Este verano no te olvides de meter el cepillo de dientes en la maleta y usarlo después de cada comida.