Comencemos con el diente, la fuerza de unión ideal se logra más fácilmente entre el esmalte del diente y el bracket, cuando un bracket está unido a cualquier otra superficie, además del esmalte normal, hay una pérdida de fuerza de adhesión que hace que se pueda despegar más fácilmente. Por ejemplo esmalte hipercalcificado, hipocalcificado, o cualquier restauración dental como composites o malgamas. Otra causa es una mala mordida, si un diente ocluye directamente con un bracket será más fácil que se despegue, por este motivo, después de cementar los brackets le pedimos a nuestro paciente que muerda para ver si alguno se ve comprometido en la oclusión, en tal caso colocaremos unos levantes de mordida.
La segunda variable es la técnica clínica utilizada por el ortodoncista. Las técnicas de adhesión requieren que los dientes estén limpios, aislados y secos. Aunque hay algunos cementos (como el ionómero de vidrio) y algunos sistemas de acondicionamiento que son más inmunes a la contaminación por agua y saliva, estas técnicas producen enlaces que son clínicamente más débiles que el grabado y el sellado convencionales. Finalmente, también hay una relación directa entre la cantidad de tiempo empleado entre que se aplica el adhesivo y su polimerización. Por eso es importante tener lo más seco posible los dientes y ser muy eficientes a la hora del cementado.
El paciente es la tercera causa a tener en cuenta. Aunque todos los pacientes reciben instrucciones sobre lo que pueden y no pueden comer con sus aparatos, sus hábitos alimenticios influyen bastante. Se deben evitar los alimentos duros y pegajosos. ¡Esto incluye hielo! Algunos pacientes olvidan que incluso algunos alimentos saludables (como las zanahorias, manzanas etc) no son buenos para sus aparatos y deben cortarse en trozos para evitar que se despeguen los brackets. Los protectores bucales deportivos son una buena opción. Por último, cualquier hábito que involucre objetos extraños que entren en la boca (como bolis, morderse las uñas, etc.) deben evitarse.
Es importante que revise sus aparatos todas las noches cuando se cepille para asegurarse de que ninguno de los brackets se haya despegado. Aunque los pacientes comúnmente me dicen que un bracket se cayó durante el cepillado, en realidad probablemente ya estaba suelto, pero simplemente se descubrió en ese momento. Si notamos que el bracket se mueve con el dedo probablemente ya no esté bien pegado. Cada vez que sospeche que hay uno sueltos, se debe llamar al ortodoncista y pedir una cita para reponerlo cuanto antes. Esperar más tiempo de lo normal podría provocar un movimiento indeseado de los dientes que puede alargar el tiempo de tratamiento.
