Los motivos por los que la gente se hace un piercing son muy diversos, por ir a la moda, por diferenciarse de los demás, por decoración… pero los motivos estéticos van de la mano de la salud, pueden producirse infecciones, lesiones o mal cicatrizado. Por lo tanto, hay que tener en cuenta 10 posibles consecuencias que podría acarrear una perforación en la lengua antes de hacerse el piercing:
1. Acumulación de placa dental o sarro
Un piercing puede favorecer la acumulación de la placa y el sarro, que tienden a posarse en el piercing, por lo que aumentan las bacterias y se inflaman los tejidos de alrededor.
2. Inflamación de la zona
Es frecuente que, una vez colocado el piercing, la zona se inflame y puedan surgir sangrados. Tras 6-8 horas del procedimiento comienza un proceso inflamatorio local, alcanzando su auge a los 3-4 días posteriores a la intervención. Además, esta inlamación puede alargarse todavía más.
3. Deformaciones linguales, alergias y úlceras
Como la lengua roza repetidamente contra las mismas áreas, se pueden desarrollar úlceras en la boca por la irritación constante. Puede aparecer también una reacción hipersensible, llamada dermatitis. Además, el metal del piercing también podría generar angioedema.
4. Fracturas dentales
El piercing suele generar el hábito de empujar y jugar con el pendiente contra los dientes. Estos golpes pueden provocar la rotura de algún diente. Un estudio concluyó que el 47% de las personas que llevaron un piercing en la lengua durante 4 años o más, sufrieron como mínimo la rotura parcial de un diente.
5. Daños en el esmalte, encías o empastes
Tal y como genera fracturas dentales, el choque del pendiente con el esmalte de nuestos dientes puede acabar generando daños en el esmalte o empastes.
6. Alteración del gusto y del habla
Suele ser habitual después de la colocación del pendiente que haya una mayor dificultad para masticar, hablar y pronunciar ciertas letras.
7. Dificultades para masticar y salivación excesiva
La propia boca, al percibir algo extraño en la boca, genera una salivación excesiva para expulsarlo.
8. Problemas de halitosis
Si se inflaman los tejidos que rodean el piercing, esto puede facilitar la aparición del mal aliento. También si presencia del piercing no permite realizar una higiene bucal completa o el mismo piercing acumula bacterias.
9. Ingestión del pendiente
El piercing se puede soltar dentro de la boca, lo que puede conllevar peligro de asfixia, y en caso que tragarlo, lesionar el sistema digestivo o los pulmones.
10. Más riesgo de cáncer oral
Explicado anteriormente, una perforación en la boca podría llegar a generar úlceras por la irritación constante. Como consecuencia de ello, cabría la posibilidad de su conversión en úlceras precancerosas, que podrían causar cáncer oral