Uno de los hábitos orales más comunes es la succión digital y la consecuencia principal que genera este problema es la mordida abierta anterior. Los recién nacidos realizan una succión digital de forma instintiva, esto les transmite tranquilidad, seguridad y bienestar. Los padres se preocupan por este hábito y tratan de evitarlo, aunque en la mayoría de los casos los niños dejan de chuparse el dedo ellos solos entre el primer y segundo año de vida.
Las consecuencias en la boca vienen dadas por varios motivos; la posición baja de la lengua que deja de ejercer presión sobre el paladar, la hiperactividad de los músculos buccinadores que provocan la compresión del paladar y la presión que ejerce el dedo en el paladar y sobre los dientes. Además se pueden general problemas fonéticos y de pronunciación y alteraciones en los propios dedos.
Para ayudar a que nuestro hijo deje el hábito primero hay que identificar el motivo que le lleva a hacerlo:
– Por aburrimiento, se le pueden mandar tareas divertidas para que se entretenga usando las manos.
– Para poder dormir, se le puede entregar un sustitutivo como un juguete o un peluche.
– Si el niño lo hace porque está nervioso o tiene ansiedad tenemos que tratar de tranquilizarle transmitiéndole calma y cariño.
Corregir el hábito de succión del dedo es una tarea ardua que conlleva mucha paciencia y esfuerzo por parte de los padres y de los especialistas. Es fundamental no castigarles cada vez que lo hagan, esto sería contraproducente, lo que tenemos que hacer es ayudar a modificar la conducta del niño con refuerzo positivo si lo hace bien. Algunos trucos sencillos para ayudarles son cubrir la mano con un guante, mojar el dedo en un producto con sabor fuerte como el vinagre o el limón, envolver el pulgar con una venda…
En Prieto&Serrano estamos a tu disposición para resolver cualquier duda a cerca de este hábito y, recuerda que es importante llevar a nuestros hijos al ortodoncista antes de los 7 años para poder corregir este tipo de problemas lo antes posible.