El tabaco es muy perjudicial para la salud de los que fuman y de los que están a su alrededor. La boca es la vía de acceso por donde entra el humo provocando mal aliento, retrasos en la cicatrización, así como problemas más graves como enfermedad periodontal o cáncer oral.
El tabaco es uno de los principales causantes de periodontitis aumentando entre 5 y 20 veces las probabilidades de padecerla. La característica típica de la enfermedad periodontal asociada al tabaco es la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, con los signos derivados de la pérdida de hueso, formación de bolsas periodontales y ocasionalmente pérdida dental. Es, por tanto, junto al alcohol uno de los principales agentes que produce el fracaso tanto de implantes como de anclaje esqueletal ortodóncico. La mayoría de los estudios también recogen que los fumadores con periodontitis responden menos favorablemente a los tratamientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos o regenerativos.